Cuando ando en bicicleta Me siento igual que un elefante en las mismas condiciones, todo mi cuerpo en una estructura de aluminio que claramente un día va a tener que ceder, pero eso no me desconforma porque me siento cómodo, he logrado ver que la única forma de sacar tensiones es andando en bicicleta, aunque la gente me vea y se ría. Si porque mi facha no es la de un ciclista promedio. Primero unas zapatillas de un descomunal numero 46 después un traje baños que debido a mi peso me queda un poco estrecha esto agréguenle una polera común y corriente que debido a mi escueto presupuesto casi siempre es de cerveza cristal y para terminar unos anteojos dignos de un salvavidas. Todo este conjunto en mi cuerpo de un metro noventa y con ciento y tantos kilos.
Ahora a esta descripción súmenle mi cara de cansancio que es lo más parecida a la de un vendedor de multitienda en un 24 de Diciembre. Claramente es una situación digna de risa y siempre es bueno comentar este tipo situaciones. Feliz Navidad